lunes, 6 de agosto de 2012

The Great Dylan

A los que esperamos con verdadera ansiedad un nuevo libro de Enrique Vila-Matas, cada lectura es una extraña mezcla de placer, angustia y desafío. Casi como la cita con el primer novio a los doce años. Esta vez, "Aire de Dylan" propone una nueva telaraña de significados. No solamente nombres, citas, enigmas, personajes ficticios que se asumen como reales, personajes con nombres reales, pero que no son los que fueron o son en la vida, sino también el fantasma del autor mirando por encima de nuestro hombro cómo leemos, cómo nos portamos como lectores. Y eso da miedo, claro.
Pero esta vez  creo que se trata de su novela más sofisticada. Algo así como una poética resumida en ficción, un lugar en el texto donde el autor Vila-Matas nos dice "esto es lo que pienso y lo que soy capaz de hacer".
Lo obvio: la crítica a la posmodernidad, el elogio al "no hacer", el personaje oculto, el escritor que cuenta, disfrazado de fracasado, una historia de amor que en el nivel más oculto es una historia del amor a la escritura. Y la imposibilidad de dejar de escribir, por mucho que se plantee la tortura real que significa el oficio de dar vida y letra, la verdadera esclavitud