sábado, 25 de febrero de 2017

La tierra propia vista como ajena

A Sergio Ramírez, en el artículo publicado hoy en La Nacion, un amigo le discute que hablar de Nicaragua como un país subdesarrollado e inseguro es ofensivo.
Ramīrez, con esa modalidad suya que no es el enfrentamiento sino la ironía, logra convencerlo de que el guionista de la película puede eventualmente haber elegido un país sin saber demasiado sobre él, por puro prejuicio.
La pelīcula: La La Land.
Y aquī permítanme opinar. En su homenaje al Hollywood de la comedia musical, la intriga se coloca en una perspectiva casi intemporal. De modo que aunque la ficción se sitúe en una actualidad verificable.
Pero allī está el mito: ese Hollywood de unos EEUU donde el amor y el deseo de ser todavía son una comedia y encierran lo que no fue. Hay que preguntarse si esa Nicaragua no sintetiza el punto de vista ideológico del americano medio, desde un presente en el que el "Sueño americano" se ha desmoronado con estrépito.
La la land. Land: tierra, patria, cantamos, bailamos y el éxito nos aparta del amor.
Me surge en la memoria otro título donde figura la palabra land: "The Waste Land, "La tierra baldía", el poemario de T.S.Eliot.
Y entonces el subdesarrollo se convierte en orgullo: norteamericanos, Nicaragua no se entrega. Nosotros no nos entregamos, los que todavía creemos en la capacidad restauradora de la creaciøn.
Y Rubén Darío, el gran Darío, que escribió un formidable poema sobre esta tensión, nos mira desde su mausoleo.